Maluma impresionó con un gran gesto cuando llegó a Chile para presentarse en el pasado Festival de Viña del Mar. El cantante, al enterarse de los incendios forestales que habían afectado al país, decidió donar las ganancias de su concierto en Chile a las personas que perdieron sus casas en Santa Olga, una de las localidades más golpeadas por el fuego. 

Y, a pesar de que su vida mezcla fama, seguidores y todo aquello que los modernos entendemos por éxito, parece que el colombiano sabe, en el fondo, que su esencia como ser humano no se mide en la radio, ni en internet ni en sus discos vendidos, sino en su capacidad de entregar de vuelta todas las bendiciones. 

Esta semana, el colombiano le dio el vamos oficialmente a "El arte de los sueños", su primera fundación. "Hace meses he venido trabajando incansablemente para que esto hoy sea una realidad. ¡Les presento una parte de mí, BIENVENIDOS A MI FUNDACIÓN!! @elartedelossuenos es el vehículo de ayuda a la juventud colombiana y del mundo entero", explicó el intérprete.

La idea del proyecto es acercar el arte y la música a los niños más pobres y vulnerables de Colombia. El plan, además, cuenta con el apoyo de la familia del cantante. Su padre, Luis, salió a explicar todo en el recién creado Facebook de la Fundación.